Moulin de la Galette: el segundo molino más famoso de París

Moulin de la Galette: el segundo molino más famoso de París

Está ubicado en el corazón de Montmartre, a pocos pasos del Sacré-Coeur. Pero es mucho menos popular. Al igual que su hermano Rojo comparte una historia de bailes populares y pintores célebres, aunque éste está teñido con sangre fruto de diversas luchas. El Moulin de la Galette es el único verdadero molino construido en París.

Es cierto que el Moulin Rouge se lleva gran parte de las miradas de los turistas que visitan a diario el barrio de Montmartre. De hecho, muchos pasan por el barrio sólo para eso. Y no vamos a quitarle ningún mérito. Sólo que también aquí vamos a aprovechar para hablar brevemente de otro molino menos importante pero que representa mucho para los parisinos: el Moulin de la Galette.

El Blute-fin, ex propiedad de los Debray.

A este símbolo de la lucha parisina llegaremos, agitados, luego de subir hasta el 76 de la calle Lepic. Esta zona, en realidad, está constituida por dos molinos distintos: el Blute-fin y el Radet. Son los únicos testigos que quedan del antiguo montículo de Montmartre donde, junto a otros molinos ya desaparecidos, se procesaban la uva y los granos en general.

Disparos y pinceles

Según diferentes fuentes que comparamos, se empieza a hablar del Moulin de la Galette a partir del año 1620, momento en el que la familia Debray compró el lugar en el que hoy se encuentran ambos molinos. Básicamente se trataba de una familia que vivía de la molienda de granos y vides, como ya dijimos.

Cuando decimos que parte de la historia del Moulin de la Galette esta teñida con sangre, nos referimos al hecho que marcó la historia de los Debray en tiempos de la Revolución de 1814. En la lucha contra la invasión de los cosacos, el hermano menor de esta familia se llevó la peor parte ya que terminó despedazado por los invasores y sus partes colgadas en las aspas del Blute-fin. Sí, muy atractivo. Lo cierto es que en épocas de la Restauración, el hijo del fallecido, Nicolas-Charles Debray, convirtió el molino en una taberna.

El molino Radet convertido en restaurante.
Placa histórica del Molino

Durante la belle époque, el molino vivió su mejor momento recibiendo a bohemios, bailarines, artistas y pintores que dejaron su huella como Toulouse Lautrec, Renoir, Van Gogh, Casas, entre otros.

Actualmente ambos molinos subsisten aunque de manera totalmente independiente. El Blute-fin pertenece a una propiedad privada y se encuentra cerrado al publico; mientras que el Radet forma parte de un restaurante que lleva el nombre de Le Moulin de la Galette, aunque bien se sabe que el «original» que fue el que sufrió todas las transformaciones y el más utilizado por los Debray fue el primero.

"Si no tomo yo, que no tome nadie"

No se sabe casi nada de uno de los hijos de Debray, cuyo sobrenombre era el de «padrecito Debray» y que fue quien tuvo la idea de crear la taberna en el Moulin de la Galette. Sin embargo, la leyenda cuenta que en el lugar estaba prohibida la venta de alcohol, decisión del propio Debray ya que él mismo no podía consumirlo producto de las heridas de lanza en su recibidas en su estomago durante la Revolución. ¡Suponemos que habrá sabido compensar a sus clientes con algo más que buenos bailes!

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