Sofia Guarracino y Santiago Furfaro: “Francia ofrece estabilidad y oportunidades”
Sofia Guarracino y Santiago Furfaro: “Francia ofrece estabilidad y oportunidades”
Luchadores de alma, Sofia Guarracino y Santiago Furfaro aprovecharon la experiencia de estudiar en Francia para fundar Station sucrée, un importante emprendimiento gastronómico en Montpellier.
Llegaron a Francia hace sólo tres años y hoy ya dirigen su propio emprendimiento. Ambos estudiaron Derecho en la UCA (Argentina) y decidieron adentrarse en el mundo de los negocios. Tras aplicar a varias universidades francesas reconocidas a nivel mundial fueron seleccionados por la Montpellier Bussines School donde realizaron una Maestría en Negocios Internacionales. Es en ese contexto que Sofia Guarracino y Santiago Furfaro crearon Station sucrée, sabores argentinos en el sur de Francia.
Una integración exitosa
Para Sofía y Santiago, la integración en Francia no fue un sufrimiento. “Fue bastante fácil porque en la maestría éramos todos estudiantes internacionales y no teníamos que integrarnos en un mundo solamente francés. Pero después fue un poco más difícil porque los franceses no son tan abiertos”, nos cuenta Sofía reconociendo, además, que las cosas se complican cuando no se habla bien el idioma. Para ellos, uno de los puntos positivos que los ayudó a integrarse fue el interés de los franceses hacia la cultura hispana ya que se encontraban cerca de la frontera con España.
Una formación académica fuerte en la práctica y el networking
Sofía nos cuenta que la plusvalía que encontraron en lo académico fue la red de contactos internacionales. Sin embargo, reconoció que “a nivel estudios, [las universidades francesas] no tienen nada que envidiarles a las universidades argentinas”. Para Santiago, “la manera de enseñar de las universidades francesas no es ni mejor, ni peor. Es distinta”, y admitió que tuvieron que adaptarse a un método de estudio más abierto y libre, diferente del riguroso sistema al que estaban acostumbrados en Argentina.
El contrato de aprendizaje: ¡una maravilla!
Estudiar en Francia puede hacer descubrir puentes hacia el mundo laboral que en otros países no existen. Y eso fue justamente lo que le pasó a Santiago que descubrió el famoso contrato de aprendizaje. “Es un sistema espectacular. Es una combinación entre trabajo y estudio en donde, en ciertas carreras y años, puedes tener un contrato en el cual durante tres semanas trabajas en una empresa y una semana estudias, vas a clases”, nos cuenta Santiago quien, bajo esta forma, puede combinar aprendizajes prácticos y teóricos.
Station sucrée: la Argentina en el paladar de los franceses

La mejor prueba del lazo entre estudios y emprendimiento de Sofía y Santiago en Francia se define en dos palabras: Station sucrée. Con mucho esfuerzo y empuje, ambos crearon esta empresa que ofrece lo mejor de la pastelería argentina. Se sabe que Francia tiene todo un patrimonio en panadería y pastelería en donde el mínimo error puede costar caro. Es por eso que Sofía se propuso crecer para estar a la altura de las exigencias y realizó una formación en Pastelería. De esta manera ahora pueden ampliar su gama de productos elaborados localmente y satisfacer a más clientes.
Para Sofía y Santiago, lo sorpresivo de Francia fue…
“La separación perfecta entre la vida personal y laboral. La gente trabaja para vivir y no vive para trabajar”, nos cuenta Santiago destacando también el hecho que en Francia la jornada laboral es de 35 horas semanales (menos horas que en su país de origen). Otra gran sorpresa para ellos fue ver que casi nada está abierto los domingos porque los franceses se toman su pausa ese día. Finalmente, otro de los puntos sorprendentes de Francia es la valoración de los productos locales. “Tienen un desprecio impresionante por todo lo que es industrial. Les gusta que las cosas sean hechas en Francia y, si es posible, en la región en la que viven”, admite Santiago.
¿Por qué elegir a Francia para estudiar?
Para Sofía es claro como el agua: “Básicamente porque hay calidad y un gran reconocimiento a nivel internacional”. Y Santiago hace hincapié en la gran cantidad de ayudas ya sea para estudiar, ganar becas o emprender. “Hay muchas ayudas para crecer de manera intelectual y profesional”, concluye.
Existen también una multitud de residencias estudiantiles económicas en las que se puede vivir tranquilamente. Y los estudiantes que tienen entre 18 y 26 años pueden acceder a una larga serie de descuentos y promociones.
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