Francia hoy – El retorno a Francia de los asesinos de las abejas
Impulsado por el lobby de la industria del azúcar de remolacha, el senado francés aprobó el regreso a los campos de los neonicotinoides, pesticidas de altísimo riesgo para la biodiversidad y la especie humana. Más de 1200 estudios científicos demuestran los efectos nocivos de estos venenos sobre los polinizadores y otros insectos, y el peligro que representan para la seguridad alimentaria y la salud pública.
Este reportaje sonoro detalla el efecto letal en cascada que produce el uso de neonicotinoides. Para escucharlo haga click en el icono ‘play’ de la foto.
En septiembre de 2018 Francia se convirtió en ejemplo para la Unión Europea (U.E.) al ser el primer país del bloque en prohibir, a partir del 1 de julio de 2020, el uso de los neonicotinoides, más conocidos como los ’’asesinos de las abejas’’.
Pero la prohibición efectiva apenas duró tres meses. El pasado 28 de octubre y tras un debate muy acalorado, el senado francés -dominado por una mayoría de derecha- adoptó el proyecto de ley que vuelve a autorizar el uso de estos pesticidas.
La polémica ley fue aprobada, según sus defensores, para salvar a la remolacha víctima de un pulgón vector de cuatro virus que la vuelve amarilla. Los industriales del gremio azucarero francés aseguran que esta enfermedad ha puesto en riesgo la producción de azúcar de remolacha en Francia, primer productor en la UE y segundo en el mundo.
Bayer-Monsanto, el ‘bombero pirómano’
Desde los años 90 cuando fue permitido el uso de los neonicotinoides en el país hasta ahora, 85% de los insectos, entre ellos las abejas, han desaparecido de los campos franceses.
Defensores del medio ambiente e, incluso, una parte de la mayoría oficialista en el senado piensan que la renovacióndel uso de este veneno responde a una política en favor del lobby de la agroindustria y no de los agricultores y al servicio de los poderosos laboratorios de la industria agroquímica que ponen en riesgo la sobrevivencia de la humanidad. En este caso concreto, Bayer-Monsanto, «el bombero pirómano» que es como el presidente del grupo ecologista del senado francés prefiere llamar al gigante de productos farmacéuticos y agrícolas.
Radio Francia Internacional se trasladó hasta el Centro Nacional de Investigación Científica, CNRS, en la ciudad de Orleans. En los laboratorios de Biofísica Molecular del CNRS y desde hace veinte años, Jean Marc Bonmatin, químico especializado en toxicología, investiga el impacto en la vida que tienen los pesticidas neurotóxicos, como los neonicotinoides, utilizados en la agricultura.
La ONU, gobiernos y 1122 estudios cientificos lo dicen
“La ciencia ha hecho enormes progresos para destruir la naturaleza” lamenta el científico y agrega que los neonicotinoides son entre siete y diez mil veces más tóxicos que el famoso DDT, prohibido hace treinta años y cuya capacidad tóxica para las abejas era enorme.
Bonmatin es autor de varios de los 1222 estudios científicos que evidencian el catastrófico efecto de estos venenos sobre el medio ambiente, la biodiversidad y la salud humana.
»40% de los invertebrados polinizadores como las abejas están despareciendo del planeta. Y también 16% de polinizadores vertebrados, como los murciélagos. Y no soy yo el que lo dice. Lo afirma Naciones Unidas a través de una plataforma intergubernamental que advierte que los insecticidas, en particular los Neonicotinoides, tienen una gran responsabilidad en esta desaparición”.
Todo comienza cuando s se aplica a la tierra semillas recubiertas con neonicotinoides. La planta se imprenga del veneno que actua como un perturbador endocrino en el sistema nervioso de abejas y otros insectos afectando su fertilidad y causándoles la muerte.
Pero entre un 80 y 98% de estos pesticidas queda en el suelo y pasa a las aguas. Y al llegar a rios, quebradas, riachuelos, lagos y mares, los funestos neonicotinoides contaminan a los invertebrados acuáticos que son la base de la cadena alimenticia del planeta.
Y ahi empieza el efecto en cascada. El poder nefasto del neonicotinoide va subiendo en la pirámide de la biodiversidad hasta llegar al hombre, ‘’el gran depredador que se imagina que si uno suprime la primera capa de la biodiversidad, el castillo de naipes no se va a derrumbar. Claro que se va a derrumbar!” alerta Bonmatin.
Efectos de los neonicotinoides en la salud humana:
-Cáncer de hígado, testículos y tiroides.
-Problemas en la reproducción y la diferenciación de sexo (bebés que nacen con un pene muy pequeño o un clítoris muy grande)
– Malformaciones en el sistema urinario del hombre.
– Anencefalia, que consiste en la ausencia de una parte del cráneo o cerebro durante la formacion del feto.
– Problemas de espectro autista (hiperactividad o autismo severo)
– Pérdida grave de la memoria o temblores crónicos del cuerpo.
La vida del planeta por una remolacha amarilla
Francia produce 1080 kilos de remolacha por segundo, es decir 34 millones de toneladas al año. 20 toneladas van para el azúcar de alimentos, y el resto es destinado al alcohol y al ethanol.
Para Bonmatin decir que la producción de azúcar francesa está amenazada por la falta de pesticidas es una gran mentira. La amenaza es solo sobre un 10 o 15 % de la producción de azucar de remolacha, precisa.
«Seguiremos siendo el segundo productor de azúcar del mundo. Lo que pasa es que la industria azucarera, que atraviesa dificultades a causa del libre cambio, busca a toda costa bajar los precios para obtener los más altos márgenes de beneficios. Y cuando se produce lo mas barato posible también se produce lo más sucio posible en términos medioambientales. Lo que se busca es rentabilidad».
La producción intensiva va de la mano con el uso de fertilizantes y pesticidas para atacar enfermedades. En otro modelo de agricultura contrario a las inmensas extensiones de monocultivos esos males se resuelven con alternativas simples como la rotación de cultivos, la introducción de árboles y zonas húmedas, el uso de variedades resistentes a insectos y enfermedades y la introducción de organismos para luchar contra las plagas, es decir, depredadores como las mariquitas o pequeños insectos.
Pero el mundo productivista empuja a los agricultores a una superproducción y para eso deben utilizar las variedades más frágiles. Y sin pesticidas, eso no funciona, puntualiza el experto. «La agricultura intensiva es un sistema frágil. Al mínimo pulgón, todo se vuelve una catástrofe».
Eso es lo que ha ocurrido con la remolacha francesa atacada por el pulgón. “Se trata de un virus. Y la repuesta es ‘envenemos todo’. Lo mejor es desarrollar las defensas de las plantas contra el virus y dejar en paz al pulgón. Si no se le echa pesticidas por unos meses, la remolacha afectada se defiende sola de los virus porque desarrolla naturalmente una inmunidad».
Por qué razón, entonces, los grandes productores de azúcar no optan por esa opción? Para Bonmatin la respuesta es simple: «Durante esos meses la remolachas estarán enfermas, van a crecer menos, contendrán menos azúcar y la producción va a bajar. Entonces ellos ganarán menos dinero».
97% de alimentos del planeta contiene neonicotinoides. Y 42% por encima de la norma autorizada.»Una de cada dos frutas o legumbres está contaminada por encima de la cantidad que afecta la salud. En resumen «hoy en dia es imposible preparar una sola comida en el año sin neonicotinoides» asegura el científico.
La batalla en Francia contra los neonicotinoides no termina. Si bien el parlamento aprobó su reutilización, 84 legisladores recurrrieron a la Corte Constitucional para impugnar la decisión del legislativo. El planeta espera ansioso la decisión de la justicia.